Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2016

Carta del 21 de octubre de hace muchos años

 Hasta hoy logré animarme a escribir toda la mescolanza en la que he estado bailando desde ayer. Yo sabía lo mal que iba a sentirme, yo sabía que el tiempo no es inextinguible como el dolor de tu ausencia. Yo sabía que me iban a terminar. Ya no siento que pueda escribir mi confesionario en las cartas, ya ni siquiera sé cómo debería sentirme con esta pérdida. A ti, lectore, te incomodo con lo que me ha hecho un ser triste durante los últimos días. Volvía a bailar tangos por el abismo con el humo del cigarrillo que se desenvolvía en nuevas enarmonías de mis pasados más desahuciados. Volví a preocupar a las luciérnagas que nos observaban charlar por las tardes cerca a tu casa y al lago de los patos que perfectamente podría ser un estanque para una película de asesinatos y tragedias. Mi yo consciente de lo que se viene sigue pasmado mientras deshoja los pétalos que solo viven en la memoria del tacto de mis manos. daniel está muy preocupado por saberse en el inicio de un gran dilema. de...

Soneto I

SONETO I (Para la flor)  El cielo riela un parque frío, con estrellas y luces de neón, con ímpetu, soberbia y juventud.  Mientras, el miedo acalla un amor.  Y no es el frío, es el miedo,  las frases pereciendo en algún lugar  del corazón, los besos aplacando la ansiedad de una  ilusión. Un cobarde que se marcha dejando atrás el amor.  No es el frío, sos vos. ¿No ves que me confunden tus palabras y tu voz?  Las palabras necias que mortifican mi  interior.  La incertidumbre indómita que cabalga  mi estupor. El deseo vivo, la razón porque te escribo dulce, dulce flor.  Un soneto demente (para vos) para estas,  nuestras pobres mentes sin ton ni son.