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Mostrando las entradas de agosto, 2018

Carta del 21 de octubre de hace muchos años

 Hasta hoy logré animarme a escribir toda la mescolanza en la que he estado bailando desde ayer. Yo sabía lo mal que iba a sentirme, yo sabía que el tiempo no es inextinguible como el dolor de tu ausencia. Yo sabía que me iban a terminar. Ya no siento que pueda escribir mi confesionario en las cartas, ya ni siquiera sé cómo debería sentirme con esta pérdida. A ti, lectore, te incomodo con lo que me ha hecho un ser triste durante los últimos días. Volvía a bailar tangos por el abismo con el humo del cigarrillo que se desenvolvía en nuevas enarmonías de mis pasados más desahuciados. Volví a preocupar a las luciérnagas que nos observaban charlar por las tardes cerca a tu casa y al lago de los patos que perfectamente podría ser un estanque para una película de asesinatos y tragedias. Mi yo consciente de lo que se viene sigue pasmado mientras deshoja los pétalos que solo viven en la memoria del tacto de mis manos. daniel está muy preocupado por saberse en el inicio de un gran dilema. de...

XANTA POR PECADOR

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" Como en las noches de verano, que salía a matar. Como esas noches de verano, llenas de felicidad... Siempre había una flor para descuartizar ." -"Noches de verano", los espíritus.     Xanta solo hablaba de eso, que la actriz de la serie de moda, que la nena de las fotos, que una cosa y la otra; y yo le seguía la cuerda, no sin cierta jocosidad y le decía que no, que así se veía bien. "Que va, así es lo menos peor que puedes estar". Ella me miraba con sus ojos precavidos que siempre le restaban importancia a las cosas, incluso a la gente, que solían caer en esos iris de un oscuro suave, de coca-cola con brandy, de café con chocolate ¿Qué sé yo? Pero le revelaban al mundo que mis comentarios sobraban, que yo sobraba, que ni mis palabras ni yo somos imprescindibles, que nadie vale lo suficiente para ser visto de otra manera, para que esos ojos dejen de ser lo que son, unas estrellas desentendidas. Entonces yo me quedaba sin defensas, me levantaba si...

El segundo poema para Inaniel

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Yo vi de una garza mora Dándole combate a un río Así es como se enamora Tú corazón con el mio -Simón Díaz Inaniel. Finalmente viniste a buscarme y a darte cuenta de lo que soy. Decidí no huir de ti y enfrentarme a lo que será mi confrontación absoluta con la realidad. Han pasado muchos días, muchas noches y muchas tardes donde simplemente he tenido que imaginar los olores que me recuerdan a ti. Por este río ha pasado mucha sangre y se han ahogado muchos sueños de niños que al igual que yo, querían simplemente encontrar la vida en un lugar como tú. He sido débil y no es la primera vez que vengo a llorar aquí. Miro al reflejo del agua y veo que la corriente es un flujo de ternura que nos conduce hacia la muerte. En estas tierras a los que creemos en la vida nos matan, y a los que no, también. Si aún sigo con vida es porque soy cobarde. Si sigo teniendo miedo de verte a los ojos fijamente, mucho menos voy a salir de abajo de las ramas del árbol de mandarinas para gritar ...