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Mostrando las entradas de abril, 2018

Carta del 21 de octubre de hace muchos años

 Hasta hoy logré animarme a escribir toda la mescolanza en la que he estado bailando desde ayer. Yo sabía lo mal que iba a sentirme, yo sabía que el tiempo no es inextinguible como el dolor de tu ausencia. Yo sabía que me iban a terminar. Ya no siento que pueda escribir mi confesionario en las cartas, ya ni siquiera sé cómo debería sentirme con esta pérdida. A ti, lectore, te incomodo con lo que me ha hecho un ser triste durante los últimos días. Volvía a bailar tangos por el abismo con el humo del cigarrillo que se desenvolvía en nuevas enarmonías de mis pasados más desahuciados. Volví a preocupar a las luciérnagas que nos observaban charlar por las tardes cerca a tu casa y al lago de los patos que perfectamente podría ser un estanque para una película de asesinatos y tragedias. Mi yo consciente de lo que se viene sigue pasmado mientras deshoja los pétalos que solo viven en la memoria del tacto de mis manos. daniel está muy preocupado por saberse en el inicio de un gran dilema. de...

La perrita Leela

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Isa es más picaruela que el gorrión de Catulo. Isa es más pura que el beso de una paloma. Isa es más cariñosa que todas las niñas. Isa es más preciosa que las perlas de la India. -Marcial Leela es más picaruela que el gorrión de Catulo. Leela es más pura que el beso de una paloma. Leela es más cariñosa que todas las niñas. Leela es más preciosa que las perlas de la India. Y cuando veas que se sacude, no es porque tenga frío, Es que se posó una mariposa en la punta de su cola. Rasguña con ternura tu pierna cuando no escuchas que te ladra, Y te mira fijamente cuando cree que te habla. ¡Cuánto amor hay en esta perrita! Cuando su amigo el canario sale a buscarla, Juegan los dos a la comedia del ladrón y la dama. Juegan y se olvidan que ya cayó el sueño en sus orejas. Poco a poco Leela se acuesta sobre sus patitas, Olfatea el lugar donde acaba de jugar con alegría, Abre su pequeña boca para entrar el aire que  olvidó... Y cierra sus ojos para siempre.

Una moneda por el alma de Olivia.

" Si suiuant lopinion De Guarini Il est plus doux d'oublier  Les plaisirs passez  Quand Ils sont perdus pour Iamais que de s'en souuenir? " Marie Linage - Questions d'amour   ... No hay relatoría de la pasada reunión de la corte. Yo, Guillermo Andrade, Fiscal General de la Nación, me remito a la presente para informar: 1) Recibo, a mi salida, una carta referida a mi secretario con fecha 04/05/2032 que él remite a mi por lo estipulado en el procedimiento 070. Adjunto la carta: /:/ Olivia Salinas Carrera 12 #4-31 Bogotá D.C. 1 de Mayo del 2032 David Carvajal Secretaría del Fiscal Calle 11 #4-24 Bogotá D.C. Muy querido Secretario. Yo debía tener entre 4 y 6 años cuando vi a mi mamá por primera vez, o al menos recuerdo haberlo hecho por primera vez a esa edad. Mi mamá se demoraba en el colegio, sus alumnos eran unas caspas y a ella siempre la ponían a cuidarlos en sus refuerzos para el examen de estado. Todos los días yo ll...

DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ

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A todas las víctimas de la educación  Yo recuerdo aun lo que dijo Eduardo Escobar el día en que dio una conferencia en el instituto de cultura de la ciudad, y era algo así como que el caso de los poetas era como el de los maricas. Es decir que así como se nace marica se nace poeta, o sea que no hay forma ni camino ni trampas ni atajos que puedan llevarlo a uno a ser un poeta o un marica. Se nace o se nace, pero nunca se hace. No sé qué me puso más triste, si saber que nunca podría llegar a ser poeta o no poder llegar a ser marica. Y es que a ratos las ganas de sacarme unos versos con la facilidad con la que me sacaba los mocos me invadían por completo. Y entonces pensaba que si estos tipos, que se hacían llamar nadaístas, habían salido de la nada y habían montado un ismo que les daba el título de poetas, por qué no podría serlo yo, que también he salido de la nada: de los testículos de mi padre, del vientre de mi madre, de la perla de Boyacá, de un acto de un día como cu...

El Calor.

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Parece que hoy tampoco el calor dará una tregua ¿Qué esperaba? Lo único que se puede esperar, aquí, entre las mil paredes de esta ciudad con sus techos calientes, con sus vientos artificiales, con el pavimento reverberante, con sus tantos arboles, crepitantes, vivos ¿Suplicantes? Y si los arboles también sienten calor y gritan ¿Quién los cobijará a ellos con algo de sombra? Las nubes son entonces los arboles de los arboles, con sus ramajes pálidos y su botánica etérea; y sin embargo el cielo sigue siendo el mismo, para todos y para todo. Parece que el calor tampoco dará tregua hoy ¿Qué cosas dan tregua? Seguramente no son las hojas persiguiéndose, ni las muchachas, ni sus prendas estrechas, no es el viento pasándoles entre las piernas. No dan tregua las sombras de los forasteros, con su tacto tost ado, cantando por dinero y definitivamente no da tregua su hambre. Parece que la soledad no dará una tregua hoy ¿Quizá mañana? Quién sabe viejo, a lo mejor los días vuelen y la soledad ...